Desarrollo Rural Sustentable 

Las mujeres y el bosque, una forma de vida.

La actividad forestal legal en México se remonta al siglo XIX, 1885 en la región del Salto Pueblo Nuevo Durango,  las actividades forestales han sido manejadas mayoritariamente por hombres; hoy las mujeres se abren paso para demostrar que no hay trabajos difíciles. En los bosques, las selvas, las zonas áridas, procesos industriales, producción de artesanías o carbón, las mujeres mexicanas han transformado sus espacios y ampliado las oportunidades para sus familias. El bosque es su hogar y su compromiso es protegerlo. Conoce la historia de las mujeres forestales.

Foto 1.- Trabajadora del aserradero ejidal Caborachi, Chihuahua, una empresa que se distingue por la fuerte participación de las mujeres en sus operaciones diarias, en su mayoría indígenas de origen Tarahumara.

Las mujeres y el bosque, una forma de vida.

En las zonas forestales mexicanas habitan aproximadamente 11 millones de personas (PRONAFOR 2014-2018), miles de hogares en donde las mujeres representan una fuerza laboral poco visibilizada y centrada en actividades relacionadas con el cuidado del hogar. No obstante, la realidad ha cambiado para diversas comunidades mexicanas en donde la unión de talentos y fuerza de las mujeres, ha logrado transformar el futuro de sus familias.

“Era muy difícil que una mujer entrara a trabajar al aserradero y ahora somos más de 20 trabajando, antes decían que era trabajo para hombres y estamos viendo que no es cierto, que lo que hacen los hombres, lo podemos hacer nosotras también” María Jesús Arteaga, trabajadora del aserradero ejidal Caborachi. 

En la zona norte del país, en Chihuahua se encuentra el ejido Caborachi, un territorio habitado principalmente por población Raramuri, cuya principal actividad es el manejo forestal, industrialización y comercialización de la madera. Hoy su aserradero cuenta con una fuerte presencia de mujeres, quienes se encargan de apoyar en el manejo forestal, monitoreo de biodiversidad, apilado de la madera en el aserradero y en la oficina del comisariado. María Jesús Arteaga es la encargada del equipo de seguridad de los trabajadores y por su fuerte participación en las actividades del ejido forma parte de la Red Internacional de Equidad de Género con quienes intercambia experiencias que inspiran y empoderan a otras mujeres en el mundo. 

Foto 2. María Jesús Arteaga, trabajadora del aserradero ejidal Caborachi, se encarga de actividades administrativas de la empresa forestal comunitaria.
Foto 3. Trabajadora del aserradero ejidal Caborachi, Chihuahua. Se encarga principalmente de llevar la madera aserrada para apilarla y tenerla lista para su venta o transformación.
Foto 4. Grupo de mujeres Artesanas en madera de la Sierra Norte de Puebla”, conformado por mujeres de las tres comunidades del estado de Puebla.

 “A estas alturas de mi vida, me siento muy contenta, ya le perdí el miedo a las máquinas… ahora puedo hacer lo que a mí me gusta” Basilisia Cortés Cuevas, artesana del grupo de mujeres.

Foto 5. Mujer del grupo “Artesanas en madera de la Sierra Norte de Puebla” trabajando en el corte de madera para la fabricación de muebles y artesanías.

En la zona centro de México, en Puebla, se encuentra los ejidos de Llano Grande, Peñuelas Pueblo Nuevo y Nanacamila, territorios dedicados a la silvicultura y transformación maderable, donde las mujeres vieron en los residuos de los procesos de aserrío una oportunidad para transformar esta madera en artículos decorativos y muebles.

Actualmente su marca ha llegado a diversos espacios y se encuentra en búsqueda de nuevos mercados. Esto les ha permitido contar con un empleo bien remunerado y cercano a su hogar, lo cual contribuye a mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

El grupo se ha ido consolidando, integrando a más mujeres y generando más productos. El proyecto Fortalecimiento del Manejo Forestal Sustentable con Enfoque de Paisaje hizo la vinculación con el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, logrando incorporar en la operación de la empresa a 8 mujeres, algunas de ellas madres de familia.

“Como mujeres, como personas, cuando te fijas un objetivo o una meta debes saber que es complicado, pero no es imposible”. Griselda Sánchez Cortés, Comunera de San Pedro el Alto, Oaxaca. 

Foto 6. Representantes del grupo “Artesanas en madera de la Sierra Norte de Puebla” comercializando sus productos en la Expo Forestal, llevada a cabo en Guadalajara, Jalisco en 2018.

“Artesanías Aromáticas” es un grupo de mujeres de las comunidades de San Pedro el Alto, San Antonino el Alto, San Andrés el Alto y San Francisco Coatlán, Oaxaca, que en 2016 se asociaron para fabricar artesanías de hoja de pino y palma. Este proyecto regional les ha permitido mejorar sus condiciones de vida, aprovechando materiales del bosque de manera sustentable e innovando con productos llenos de creatividad y belleza. 

Además, esta iniciativa ha fortalecido los lazos entre las comunidades, creando una red de apoyo de mujeres que les ha permitido participar en diversos eventos, exposiciones y espacios con sus productos.

“A través del trabajo podemos cuidar nuestra naturaleza, mucho más ahora como está la situación con el cambio climático. Yo creo que es bueno que nosotras participemos en el cuidado de nuestro medio ambiente y porque tenemos hijos, podemos enseñarles también.“  Marisol Pérez tesorera y encargada de la comercialización de los productos en la empresa.   

Foto 7. Grupo de mujeres “Artesanías Aromáticas” de las comunidades de San Pedro el Alto, San Antonino el Alto, San Andrés el Alto y San Francisco Coatlán, Oaxaca, trabajando en la creación de artesanías de hoja de pino y palma.
Foto 8. Artesana del grupo “Artesanías Aromáticas” posa junto a algunos de los productos de hoja de pino que elabora el grupo, en los cuales se encuentran, cestos, botellas forradas, canastos, bisutería y alhajeros.
Foto 9. Grupo de mujeres “Ka Niula Yanni” (Mujeres Activas en lengua zapoteca), una empresa de Carbón vegetal de la comunidad de San Juan Evangelista Analco, en Oaxaca.

Al norte del Estado de Oaxaca se encuentra San Juan Evangelista Analco, una comunidad con población indígena de origen zapoteca dedicada al aprovechamiento sustentable del pino y el encino.

En 2017 las comuneras  de  la región tomaron la decisión de formar un  grupo de mujeres para la producción de carbón, así nació “Ka Niula Yanni” (Mujeres Activas en lengua zapoteca), una empresa de Carbón Vegetal liderada por mujeres. Hoy cuentan con 7 hornos de carbón vegetal y producción diaria de sus productos, los cuales son adquiridos en el mercado local.

Esto les ha permitido disminuir la migración en su región y el acceso a fuentes de empleo, garantizando así una mejor calidad de vida. La producción de carbón permite utilizar aquellas partes de los árboles que se consideran desperdicios, por lo cual genera un impacto positivo al aprovechamiento sustentable de sus bosques.

En San Juan Evangelista Analco se sigue trabajando en temas de equidad de género, buscando igualdad de oportunidades en las actividades forestales, mayor participación en la toma de decisiones y delegación de responsabilidades. A un año de iniciado el proyecto, 15 mujeres zapotecas son un ejemplo de organización, esfuerzo y amor por sus bosques.

“Nosotras como mujeres sí podemos porque tanto los hombres como nosotras tenemos dos manos y podemos trabajar la maquinaria. Vamos a demostrar que sí se puede.” Victoria Aguilar Varela, representante del grupo de mujeres artesanas.

El Ejido Petcacab se encuentra al sur del país, en el estado de Quintana Roo. Es una región con población indígena de origen maya, donde a principios de 2018 un grupo de 10 mujeres se organizaron y, con el apoyo de su ejido, ingresaron una propuesta de apoyo a la Comisión Nacional Forestal.

Fue así que iniciaron la empresa Lol Koópte Muebles S.P.R. de R.L. (Flor de ciricote en lengua maya), un proyecto para la elaboración de muebles y artesanías utilizando como materia prima los residuos del aprovechamiento forestal sustentable de su comunidad. 

Foto 10. Mujeres trabajadoras de “Ka Niula Yanni” durante la producción de carbón vegetal, en la imagen se puede ver como introducen la madera a los hornos para transformarlos en carbón vegetal.
Foto 11. Grupo de mujeres Lol Koópte Muebles S.P.R. de R.L. (Flor de ciricote en lengua maya) trabajando en la producción de muebles de maderas tropicales.
Foto 12. Mujeres trabajadoras de la empresa Lol Koópte Muebles durante el proceso de transformación de la madera seleccionada para la producción de muebles y artículos de decoración.

Al día de hoy este grupo de mujeres produce piezas con diseño innovador y de alto valor, por lo preciado de la madera con la cual se elaboran. Además han participado en foros y ferias, y están en proceso de iniciar la comercialización de sus productos en Italia.

El apoyo y acompañamiento han sido fundamentales para que las mujeres que conforman el grupo se fortalezcan y sigan en el proceso de construir más espacios laborales para mujeres en el sector forestal. Pese al rechazo que dicen haber sufrido por parte de algunos pobladores, quienes no creen que las mujeres sean capaces de iniciar un proyecto, su determinación ha demostrado lo contrario. Actualmente se encuentran listas para iniciar la producción de muebles y artesanías.

La labor del proyecto Fortalecimiento del Manejo Forestal Sustentable con Enfoque de Paisaje se ha centrado principalmente en el acompañamiento y la asesoría para la organización de los grupos de mujeres. También se ha brindado apoyo en la difusión y creación de catálogos que les permitan comercializar sus productos en diversos espacios. La determinación de cada mujer forestal es la semilla para crear un mundo con más oportunidades, un mundo con más mujeres reverdeciendo sus bosques y selvas.

Foto 12. Mujeres trabajadoras de la empresa Lol Koópte Muebles durante el proceso de transformación de la madera seleccionada para la producción de muebles y artículos de decoración.

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